Dualidad
5 Comentarios Escrito por david el martes, noviembre 29, 2005 a las 17:25 (Hora de Kazajstán/Almaty, UTC +6).La primera vez que me pasó me resultó curioso, pero empieza a ser habitual que cada vez que tengo una buena noticia, algo malo pasa que me fastidia el día. Pero también sucede viceversa.
El jueves Emilio, el español que vino a Shymkent, me comentó que siempre lleva consigo un spray en caso de que alguien le ataque. Pensaba que en Shymkent no era necesario porque no había tenido ninguno problema hasta hoy.
Hoy, a eso de las dos, cuando volvía para casa con una garrafa de cinco litros y alguna cosa más que acababa de comprar en la tienda de al lado de casa, un chaval (calculo que tendría 18 años) se me ha acercado y me ha pedido que le diera alguna moneda. No suelo dar dinero a la gente y menos cuando ésta lleva un jersey de Nike y va bien vestida, además no tenía ninguna moneda (cosa muy poco usual). Así que le he respondido que no, que no tenía ninguna moneda. Estaba cerca de casa y el chaval me ha preguntado donde vivía y le he señalado el portal. Primer error. El chaval me ha seguido hasta el portal (aquí las puertas de los portales o están abiertas o no suelen tener ningún tipo de cerradura), y cuando me disponía a subir las escaleras, me ha dicho que me parará y me ha empezado a amenazar. Le he repetido que no tenía ninguna moneda. En ese momento un vecino estaba bajando por las escaleras y el chaval me ha dicho que no gritará, ni dijera nada, ni corriera (como si fuera fácil ponerme a correr con una garrafa de cinco litros en la mano). La situación se ha puesto tensa y el chaval me ha golpeado dos veces en el pecho, pero por suerte ya ha empezado el frío y llevaba mi cazadora “gorda” así que ni lo he sentido. Por un momento he pensado en golpearle, e incluso he hecho el amago, pero me he sentido impotente y no lo he golpeado. Le he vuelto a explicar que no tenía ninguna moneda, y le he dicho que podíamos ir hasta la tienda y le compraba lo que quisiera. Pero el chaval seguía amenazándome. En un punto, el chaval se ha llevado la mano al interior de la cazadora como si tuviera una navaja o algo, pero creo que era un farol y he seguido en mis trece. Otra vecina estaba bajando y me ha vuelto a decir que no dijera nada. Cuando la vecina estaba saliendo del portal, he salido detrás de ella pero no pensaba en correr… y me he sentado en la acera. Ya a la luz del día me he sentido mejor, el chaval seguía pidiéndome dinero, aunque sabía que ya no iba a hacer nada. Le he explicado que soy profesor, que no soy ningún extranjero rico al que le puede sacar dinero y me he negado rotundamente en darle dinero. Le he dicho que se tendría que avergonzar de lo que estaba haciendo. La situación no iba a ningún lado y no quería quedarme discutiendo con un chaval por qué no le iba a dar dinero, así que al final le he propuesto ir juntos a la tienda y comprarle lo que quisiera. Al final el chaval a aceptado y cuando íbamos para la tienda le he preguntado su nombre y ha tenido la desfachatez de preguntarme si no podía hacer algún chanchullo para que entrara en la universidad pagando menos dinero de lo habitual. Antes de entrar en la tienda me ha dicho que ningún truco y se lo he prometido a cambio de que todo terminara. Nos hemos dado la mano como si firmáramos un acuerdo y hemos entrado en la tienda. Al final, todo se ha saldado con un zumo de cereza, una chocolatina “Snickers” y un chicle. Total 235 tenges (menos de un euro y medio), pero con el sentimiento de haber sido robado por un puto crío al que le podía haber pegado un par de hostías, pero la gente que me conoce sabe que no es mi estilo.
Cuando he llegado a casa me seguía sintiendo mal y quería llamar a Shain para contárselo. En el móvil tenía una llamada que no había respondido y he llamado.
Esta es la buena noticia del día, que supera a la mala y lo convierte en un buen día, de momento. La persona que me había llamado era la corresponsal de “El País” en Moscú. Está de viaje por Kazajstán, porque el domingo son las elecciones presidenciales y está escribiendo un artículo. La cuestión es que mañana va a venir a Shymkent para hablar con la gente sobre la vida en el sur de Kazajstán, las elecciones, los candidatos, etc. y yo voy a ejercer de guía de la ciudad. Ya os contaré.
El jueves Emilio, el español que vino a Shymkent, me comentó que siempre lleva consigo un spray en caso de que alguien le ataque. Pensaba que en Shymkent no era necesario porque no había tenido ninguno problema hasta hoy.
Hoy, a eso de las dos, cuando volvía para casa con una garrafa de cinco litros y alguna cosa más que acababa de comprar en la tienda de al lado de casa, un chaval (calculo que tendría 18 años) se me ha acercado y me ha pedido que le diera alguna moneda. No suelo dar dinero a la gente y menos cuando ésta lleva un jersey de Nike y va bien vestida, además no tenía ninguna moneda (cosa muy poco usual). Así que le he respondido que no, que no tenía ninguna moneda. Estaba cerca de casa y el chaval me ha preguntado donde vivía y le he señalado el portal. Primer error. El chaval me ha seguido hasta el portal (aquí las puertas de los portales o están abiertas o no suelen tener ningún tipo de cerradura), y cuando me disponía a subir las escaleras, me ha dicho que me parará y me ha empezado a amenazar. Le he repetido que no tenía ninguna moneda. En ese momento un vecino estaba bajando por las escaleras y el chaval me ha dicho que no gritará, ni dijera nada, ni corriera (como si fuera fácil ponerme a correr con una garrafa de cinco litros en la mano). La situación se ha puesto tensa y el chaval me ha golpeado dos veces en el pecho, pero por suerte ya ha empezado el frío y llevaba mi cazadora “gorda” así que ni lo he sentido. Por un momento he pensado en golpearle, e incluso he hecho el amago, pero me he sentido impotente y no lo he golpeado. Le he vuelto a explicar que no tenía ninguna moneda, y le he dicho que podíamos ir hasta la tienda y le compraba lo que quisiera. Pero el chaval seguía amenazándome. En un punto, el chaval se ha llevado la mano al interior de la cazadora como si tuviera una navaja o algo, pero creo que era un farol y he seguido en mis trece. Otra vecina estaba bajando y me ha vuelto a decir que no dijera nada. Cuando la vecina estaba saliendo del portal, he salido detrás de ella pero no pensaba en correr… y me he sentado en la acera. Ya a la luz del día me he sentido mejor, el chaval seguía pidiéndome dinero, aunque sabía que ya no iba a hacer nada. Le he explicado que soy profesor, que no soy ningún extranjero rico al que le puede sacar dinero y me he negado rotundamente en darle dinero. Le he dicho que se tendría que avergonzar de lo que estaba haciendo. La situación no iba a ningún lado y no quería quedarme discutiendo con un chaval por qué no le iba a dar dinero, así que al final le he propuesto ir juntos a la tienda y comprarle lo que quisiera. Al final el chaval a aceptado y cuando íbamos para la tienda le he preguntado su nombre y ha tenido la desfachatez de preguntarme si no podía hacer algún chanchullo para que entrara en la universidad pagando menos dinero de lo habitual. Antes de entrar en la tienda me ha dicho que ningún truco y se lo he prometido a cambio de que todo terminara. Nos hemos dado la mano como si firmáramos un acuerdo y hemos entrado en la tienda. Al final, todo se ha saldado con un zumo de cereza, una chocolatina “Snickers” y un chicle. Total 235 tenges (menos de un euro y medio), pero con el sentimiento de haber sido robado por un puto crío al que le podía haber pegado un par de hostías, pero la gente que me conoce sabe que no es mi estilo.
Cuando he llegado a casa me seguía sintiendo mal y quería llamar a Shain para contárselo. En el móvil tenía una llamada que no había respondido y he llamado.
Esta es la buena noticia del día, que supera a la mala y lo convierte en un buen día, de momento. La persona que me había llamado era la corresponsal de “El País” en Moscú. Está de viaje por Kazajstán, porque el domingo son las elecciones presidenciales y está escribiendo un artículo. La cuestión es que mañana va a venir a Shymkent para hablar con la gente sobre la vida en el sur de Kazajstán, las elecciones, los candidatos, etc. y yo voy a ejercer de guía de la ciudad. Ya os contaré.
ola primo!! soy leti! aki toy siguiendo tu vida y por k veo va todo bien, bueno quuitando a algun capullo sin importancia... pos eso tu a lo tuyo y a disfrutar. muxs bss!!
Bueno! Estas situaciones siempre dejan con mal sabor de boca. Pero me parece que te comportaste bien y tuviste mucha paciencia!
Animo Cerezo!Tu ya sabes k si tienes algun problema mandamos al pachuli y ya sabes....,x lo del corresponsal del pais haber si sales en algun reportaje o incluso en el dominical,ya nos contaras. Saludos desde Miranda campeón de parte de Gema y Alcalá
David, soy Bea la novia de Emilio, casualmente he encontrado esto por la web, y me ha parecido curioso...Además leyendo lo que te pasó con el chaval, pues he querido escribir algo para mandarte desde España (que ya regresé)mis animos con los contratiempos. Te voy a mandar algunas fotos del viajecito a Turkestan ok? un abrazo.Cuídate del frío.
Hola David, buscando en internet algo sobre kazajistan vi tu blog y la verdad q me ha gustado mucho. No se si vistes que hace unos dias te puse otro comentario,era porq necesitaba encontrar alguien que estuviera en Kazajistan.Necesito conseguir algunas cosas de alli.Si quieres te doy mi direccion y asi nos ponemos en contacto.Mi direccion es cesarinfa@hotmail.com. Espero que hablemos.gracias