Sakura en Shymkent

A pesar de que Sairam es más pequeño que Shymkent, tiene muchos más monumentos y Michael nos enseño algunos, como un minarete del siglo XIV que esta junto al colegio donde da clase. A pesar de sábado y más de las seis, todavía había niños en el colegio.

Después, fuimos a su casa. En Sairam hay muchos uzbecos y Michael está viviendo con una familia uzbeca. Conocimos a la familia y todos muy majos. Además, prepararon una cena estupenda: pan casero, mucha fruta y plov. Por suerte, eran musulmanes y aunque el padre nos preguntó un par de veces si queríamos unos chupitos de vodka, no tuvimos que beber. Me estoy cuidando y todavía no he bebido nada de vodka…
Volvimos pronto porque, a pesar de que el día siguiente era domingo, teníamos que trabajar.
El domingo fue un día raro, estaba cansado de las clases y no hice nada por la tarde. Luego Martha y yo estuvimos recogiendo el piso porque al día siguiente teníamos visita. El lunes, aprovechando los dos días de fiesta, llegó un americano que vive en un pueblo a unas 3 horas de Shymkent, para ver la ciudad. Estuvimos charlando y por la noche cenamos los 3 americanos de Shymkent, más el otro americano y yo. Luego estuvimos jugando al Trivial Pursuit Millenium Edition americano. No es por presumir pero soy bastante bueno en el Trivial español. Sin embargo, en el americano, con preguntas de béisbol, programas de televisión americanos y demás, soy un patán. Luego vimos la película “Baraka” y a la cama.
El martes malgasté mi día de fiesta (era el Día de la República) en ir a la otra punta de la ciudad y ver una especie de evento político a favor del actual presidente de Kazajstán. Todos mis alumnos estaban obligados a ir, por eso pensé que sería interesante, pero resultó ser muy, muy aburrido. Para colmo, como era la primera vez que estaba en ese sitio, a la vuelta cogí el autobús adecuado pero en el sentido contrario y tuve una bonita excursión por toda la ciudad.
Por lo demás esta semana ha pasado bastante rápido. En las clases hicimos un dictado con la canción “Rojitas las orejas” de Fito y Fitipaldis. Estuvo muy bien porque la canción está en presente, el único tiempo que saben, y parece que les gustó.

Y hoy celebramos el cumpleaños de Shain, uno de los americanos. Parece que hay cientos de americanos en Shymkent, pero de Peace Corps sólo hay tres, que son con los que estoy normalmente: Sandie (que trabaja conmigo), Martha (mi compañera de piso) y Shain.

A por cierto, aquí no cambiamos la hora. Según parece, hicieron estudios y la cantidad de energía que se ahorraba no era tanta, total casi ninguna calle tiene farolas. Así que a partir de mañana habrá cinco horas de diferencia entre Kazajstán y España (peninsular).