Viaje a Almaty
0 Comentarios Escrito por david el sábado, octubre 22, 2005 a las 14:43 (Hora de Kazajstán/Almaty, UTC +6).Perdonad por el retraso en la actualización pero he estado algo ocupado, aunque quería comentar mi viaje a Almaty.
El viernes pasado por la mañana volví de Almaty.
El viaje comenzó el martes por la tarde. A las cinco y media cogí el tren para Almaty. El TALGO que hace la línea Shymkent-Almaty no sale los martes, así que tuve que coger uno de los soviéticos, son más baratos y tienen su encanto (samovar incluida), pero son muy lentos (800 km. en unas 16 horas). Por suerte, mis compañeros de kupe (compartimento para cuatro personas) eran muy majos y estuvimos hablando un buen rato. Eramos: una mujer que trabajaba de representante/comercial de una empresa farmacéutica, así que se pasaba la vida viajando por Kazajstán, una mujer mayor que iba a visitar a su hijo y sus nietos a Almaty, un hombre y yo. El hombre era musulmán y como estamos en pleno ramadán esperamos a que anocheciera para cenar. Cada uno pusimos lo que teníamos y empezamos a cenar.
Llegamos a eso de las nueve de la mañana y con unos cuantos grados menos respecto a Shymkent. Me fui al TsUM (Centro Comercial), ya que me habían comentado que había gente que alquilaba pisos. Charlé con un por de tipos y al final alquilé un piso con dos habitaciones cerca de la Mezquita de Almaty por unos 30 €. Necesitaba dos habitaciones porque el lector de Bishkek (Kirguistán) también venía a la fiesta y habíamos quedado en que le buscaba alojamiento. Descansé un poco, y me fui a dar una vuelta. Almaty fue la capital de Kazajstán hasta 1997, pero en ese año al presidente Nazarbayev le dio por trasladar la capital a Astana (a unos 1300 km. al norte de Almaty), ya que está mejor comunicada y en el “centro” (más o menos) del país. Sin embargo, Almaty sigue siendo la ciudad más grande y cosmopolita. Por las calles se escucha sobre todo ruso y si no fuera por los carteles en kazajo, podrías pensar que estás en una ciudad rusa.
Después de mi paseo, volví al piso y me preparé para la fiesta. A las seis me fui al Teatro de la Opera y Ballet. En la entrada me encontré con José Luís, un cura que también vive en Shymkent, pero que todavía no había conocido. Luego me presentaron al embajador y a su esposa, y después conocí a más españoles. Estuve con Carlos (el lector de Bishkek), Almudena (la lectora de Almaty), dos ingenieros de TALGO, el representante de Gallina Blanca en Asia Central, unas chicas que trabajaban para la UNESCO, etc. La fiesta estuvo muy bien, los canapés me defraudaron ya que esperaba más productos españoles pero se compensó con el vino de Rioja. Además, pude hablar en español por primera vez desde que vine a Kazajstán.
Estaba previsto que la fiesta terminase a las ocho y media, pero nos quedamos otra hora más hablando. Después, al piso y a la cama que estábamos cansados.
Al día siguiente, el embajador nos había invitado a los lectores de español a comer, así que nos levantamos pronto y fuimos a ver algunos monumentos de Almaty. Estuvimos en el Parque Panfilov, donde se encuentra la Catedral de Zenkov (toda de madera) y el Monumento al soldado desconocido. Después fuimos a la Embajada y cogimos unos cuantos folletos turísticos y algunos DVDs. Fuimos a comer a un restaurante italiano y estuvimos hablando con el embajador sobre nuestro trabajo, nuestras clases, etc.
Y aquí acaba mi viaje a Almaty porque a las seis tenía que coger el tren de regreso a Shymkent.
Os dejo unas fotos del viaje:
El viernes pasado por la mañana volví de Almaty.
El viaje comenzó el martes por la tarde. A las cinco y media cogí el tren para Almaty. El TALGO que hace la línea Shymkent-Almaty no sale los martes, así que tuve que coger uno de los soviéticos, son más baratos y tienen su encanto (samovar incluida), pero son muy lentos (800 km. en unas 16 horas). Por suerte, mis compañeros de kupe (compartimento para cuatro personas) eran muy majos y estuvimos hablando un buen rato. Eramos: una mujer que trabajaba de representante/comercial de una empresa farmacéutica, así que se pasaba la vida viajando por Kazajstán, una mujer mayor que iba a visitar a su hijo y sus nietos a Almaty, un hombre y yo. El hombre era musulmán y como estamos en pleno ramadán esperamos a que anocheciera para cenar. Cada uno pusimos lo que teníamos y empezamos a cenar.
Llegamos a eso de las nueve de la mañana y con unos cuantos grados menos respecto a Shymkent. Me fui al TsUM (Centro Comercial), ya que me habían comentado que había gente que alquilaba pisos. Charlé con un por de tipos y al final alquilé un piso con dos habitaciones cerca de la Mezquita de Almaty por unos 30 €. Necesitaba dos habitaciones porque el lector de Bishkek (Kirguistán) también venía a la fiesta y habíamos quedado en que le buscaba alojamiento. Descansé un poco, y me fui a dar una vuelta. Almaty fue la capital de Kazajstán hasta 1997, pero en ese año al presidente Nazarbayev le dio por trasladar la capital a Astana (a unos 1300 km. al norte de Almaty), ya que está mejor comunicada y en el “centro” (más o menos) del país. Sin embargo, Almaty sigue siendo la ciudad más grande y cosmopolita. Por las calles se escucha sobre todo ruso y si no fuera por los carteles en kazajo, podrías pensar que estás en una ciudad rusa.
Después de mi paseo, volví al piso y me preparé para la fiesta. A las seis me fui al Teatro de la Opera y Ballet. En la entrada me encontré con José Luís, un cura que también vive en Shymkent, pero que todavía no había conocido. Luego me presentaron al embajador y a su esposa, y después conocí a más españoles. Estuve con Carlos (el lector de Bishkek), Almudena (la lectora de Almaty), dos ingenieros de TALGO, el representante de Gallina Blanca en Asia Central, unas chicas que trabajaban para la UNESCO, etc. La fiesta estuvo muy bien, los canapés me defraudaron ya que esperaba más productos españoles pero se compensó con el vino de Rioja. Además, pude hablar en español por primera vez desde que vine a Kazajstán.
Estaba previsto que la fiesta terminase a las ocho y media, pero nos quedamos otra hora más hablando. Después, al piso y a la cama que estábamos cansados.
Al día siguiente, el embajador nos había invitado a los lectores de español a comer, así que nos levantamos pronto y fuimos a ver algunos monumentos de Almaty. Estuvimos en el Parque Panfilov, donde se encuentra la Catedral de Zenkov (toda de madera) y el Monumento al soldado desconocido. Después fuimos a la Embajada y cogimos unos cuantos folletos turísticos y algunos DVDs. Fuimos a comer a un restaurante italiano y estuvimos hablando con el embajador sobre nuestro trabajo, nuestras clases, etc.
Y aquí acaba mi viaje a Almaty porque a las seis tenía que coger el tren de regreso a Shymkent.
Os dejo unas fotos del viaje:
Anochecer desde el tren
Catedral de Zenkov
Monumento al Soldado Desconocido
Detalle del Monumento al Soldado Desconocido
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