Sakura en Shymkent

No debería quejarme porque Shymkent es una de las ciudades más calurosas de Kazajstán. Sin embargo, este invierno está siendo especialmente largo y ya estoy bastante harto del hielo en las calles. Desde que cayó la primera nevada en noviembre no ha desaparecido esa capa, en un principio blanca, y después negra. Los últimos días, durante el día hace el suficiente calor para que el hielo se derrita y se formen charcos de varios centímetros, mientras que por la noche las temperaturas caen bajo cero y se vuelve a formar la pista de patinaje, donde todas las mañanas compito por conseguir una medalla... Aunque parece que estamos llegando al fin de esta pesadilla.

Y a continuación, algunas de las cosas que pueden ocurrir por Shymkent. Reales y absurdas como la vida misma:

- Puedes ir con unos amigos a una discoteca en la que no te cobran entrada pero en la que a cambio tienes que cenar; y cuando te ven cara de guiri, te dicen que cada uno de los presentes tiene que gastarse al menos 2000T (unos 12 €), a lo que te niegas y después de preguntar al gerente desde cuándo existe esa norma en el establecimiento, te dicen que no pasa nada...

- Puedes salir de dicha discoteca y un grupo de policias, con signos visibles de haber tomado más alcohol que tú, te piden la documentación (están en su pleno derecho) y al ver que todo está en regla deciden hacerte la rigurosa prueba de la alcoholemia: soplar en el puño semicerrado de un policia para que, a continuación, éste lo olfatee (cual perro de aduanas) y deduzca que “haaaaas beebiiiido” y “haaaaas incuuuuumplido uuuna leeeeyyyy”. Entonces les recuerdas el nombre del jefe de la policia de inmigración, al cual conociste cuando te registraron el pasaporte y te dicen que no hay problema... sin comentarios...

- Puedes llegar a las ocho y media a la facultad para dar tu primera clase y encontrarte con el edificio totalmente oscuro porque no hay luz. Todavía no ha amanecido del todo y no hay luz suficiente en las aulas para dar clase. Pero tus alumnos recuerdan aquellos tiempos (no muy lejanos) cuando cada uno de ellos tenía que llevar una vela al colegio para alumbrar las aulas debido a los continuos apagones.

- Puedes ir a ver la última película de Mel Gibson, en maya con subtítulos en ruso, y salir del cine contento, no porque la película sea buena (que no lo es), sino porque has sido capaz de leer y entender los subtítulos...

- Puedes tirarte 2 meses para leerte 300 páginas del libro Lenin’s Tomb (es bueno pero tiene tanta información que lo he dejado por imposible) y en cambio leerte en un día las casi 300 páginas de Into Thin Air.

- Puedes, por fin, ver una copia pirata de Borat y descojonarte... y reflexionar sobre por qué está censurada la película en Kazajstán, y que te digan que Borat no representa a la mentalidad kazaja... y al día siguiente que te inviten unos kazajos a una cena y escuchar como el padre de familia te dice que no puedes confiar en uzbecos, judios, uigures y demas etnias porque “они хитрые” (astutos, en un sentido negativo).