Sakura en Shymkent

El sábado 16 de diciembre se celebraban los 15 años de la independencia de Kazajstán y Nicolás y Alejandro, becarios de la AECI y del ICEX respecivamente en Almaty, vinieron a Shymkent para ver el Mausoleo de Akhmed Yasavi en Turkestán. Mis posibilidades de hablar español por etos lares son bastante limitadas así que siempre se agradece una visita.

Después de encontrar un hotel para Nico y Alex, fuimos a la estación de autobuses y nos montamos en una marshutka para Turkestán. Después de casi tres horas de viaje cruzando pueblos perdidos y apreciando la immensidad de la nada, llegamos a Turkestán. Primera parada, el Mausoleo de Akhmed Yasavi. Se dice que si vas tres veces al Mausoleo de Turkestán, es como ir una vez a La Meca, así que ya estoy salvado…



El paisaje era muy bonito todo cubierto de nieve pero hacia bastante frío. Fuimos a un pequeño restaurante (si se le puede llamar así) donde pedimos un plato de lagman que estaba bastante malo y unos shashliks que se podían comer.

Después nos dirigimos hacia la estación de autobuses de Turkestán. Parece curioso, aunque prefiero el término bochornoso, que la ciudad con el edificio antiguo más representativo de Kazajstán tenga una estacion de autobuses como la que aparece en la siguiente foto:


Nicolás nos comentó que este año Kazajstán tenía uno de los stands más grandes en la Feria de Turismo de Madrid. Sin embargo, las infraestructuras turísticas de Kazajstán son inexistentes.

El viaje de vuelta a Shymkent lo hicimos en una marshutka vieja, con un conductor avispado que no paró el motor al echar gasolina lo que pudo producir la consiguiente averría y el retraso de media hora. Pero así es la vida…

Por la noche decidimos celebrar el Día de Independencia yendo a una discoteca. Estábamos en la puerta de entrtada de Mir Fantasiya (la discoteca más grande de Shymkent y probablemente una de las más feas), cuando vimos que no era la opción más apropiada porque sólo salían kazajos bastante ebrios y con ganas de pelea. Así que nos fuimos a Maxapaja, querían poner Maharajah, como los de la India, en ruso, pero el tio que hizo los carteles la cagó con el cirílico porque no existe la penúltima letra del cartel, aunque parece que sólo los guiris nos hemos dado cuenta del error.


Maxapaja es la discoteca más nueva, más cara y más “sofisticada” de Shymkent, lo que influye en el precio de la entrada, para tíos 2000 Tenges (unos 12 €) sin consumición. Sin embargo, una vez dentro las cervezas de medio litro están a euro y medio y los chupitos de vodka a medio euro. Alex, Nico y yo cerramos el local y nos fuimos a dormir.

A la mañana siguiente nos encontramos con Nathan, que había venido desde Karaganda (a un día en tren) para pasar las fiestas. Por desgracia, Alex trabaja con el calendario español y no tenía fiesta el lunes así que el domingo por la tarde, después de un paseo por el bazar de Shymkent, Nico y Alex se volvieron a Almaty.
Pero por mi casa seguíamos con las celebraciones y estuvimos de cena y después salimos. Esta vez descubrí un nuevo local de Shymkent, el Scorpion, un sitio tan cutre como su nombre indica, con paredes decoradas con espejos, así los garrulos de turno pueden bailar con ellos mismos y con música bastante peculiar, una mezcla de hits veraniegos, con canciones locales, con lentas para sacar a bailar a la pareja y con algo de rock (???). Pero nos echamos unas risas…

El lunes lo pasamos en un restaurante turco entre iskenders, cafés turcos y baklavas.

P.D.: Estoy teniendo algunos problemas con la batería de mi cámara, así que estas fotos son de Nicolás.

P.P.D.: Ningún camello fue maltratado durante el pasado fin de semana, aunque no se puede decir lo mismo de algún taxi.