¿Buena vida?
0 Comentarios Escrito por david el lunes, diciembre 04, 2006 a las 19:18 (Hora de Kazajstán/Almaty, UTC +6).
El martes pasado fue un punto de inflexión.
Ultimamente (bueno, para que nos vamos a engañar, desde junio, SÍ casi medio año) me estaba levantando super tarde, con los consiguientes remordimientos porque debía hacer algo más productivo que estar en las cama hasta las diez y medía de la mañana, pero es que el frío ha llegadeo y se está tan bien en la cama…
Así que el martes cuando iba para la facultad se me pasó por la cabeza ir a correr después de clase. Ya me había decidido cuando me dí cuenta que mi última clase termina a las seis, y a esa hora ya es casi de noche…
Sin embargo, cuando me da por hacer hago lo hago y a las seis y cuarto ya estaba en una pequeña pista de atletismo que hay cerca de mi casa. Calenté un poco y me puse a correr.
Después de la primera vuelta, ya estaba cansado (la vida sedentaria es muy dura) pero aguanté otros veinte minutos. Llegué a casa contento y dispuesto a repetir esta nueva rutina dos veces por semana.
A la mañana siguiente me levanté con agujetas, ligero dolor de garganta y para colmo durante la noche había caido una nevada de 20 cm. “Adios a mis buenos propósitos”, pensé. Pues no, el sábado fui al gimnasio. Estoy hablando en serio, YO en un gimnasio. Nunca antes había estado en un gimnasio pero creo que este tiene cierto toque sovietico… o igual es más bien tipo ochentero como en Rocky. Hablando de Rocky, también pensaba que me iba a encontrar con tios supermusculados de la Europa del Este como en la mítica Rocky IV. Pero me encontré con gente super maja que me ayudaron.
Para seguir con la nueva vida, hoy he empezado el segundo trimestre. He empezado las clases con mis alumnos de tercero y tendré clase todos los días a las ocho y media.
Por hoy eso es todo. Me voy al gimnasio.
Ultimamente (bueno, para que nos vamos a engañar, desde junio, SÍ casi medio año) me estaba levantando super tarde, con los consiguientes remordimientos porque debía hacer algo más productivo que estar en las cama hasta las diez y medía de la mañana, pero es que el frío ha llegadeo y se está tan bien en la cama…
Así que el martes cuando iba para la facultad se me pasó por la cabeza ir a correr después de clase. Ya me había decidido cuando me dí cuenta que mi última clase termina a las seis, y a esa hora ya es casi de noche…
Sin embargo, cuando me da por hacer hago lo hago y a las seis y cuarto ya estaba en una pequeña pista de atletismo que hay cerca de mi casa. Calenté un poco y me puse a correr.
Después de la primera vuelta, ya estaba cansado (la vida sedentaria es muy dura) pero aguanté otros veinte minutos. Llegué a casa contento y dispuesto a repetir esta nueva rutina dos veces por semana.
A la mañana siguiente me levanté con agujetas, ligero dolor de garganta y para colmo durante la noche había caido una nevada de 20 cm. “Adios a mis buenos propósitos”, pensé. Pues no, el sábado fui al gimnasio. Estoy hablando en serio, YO en un gimnasio. Nunca antes había estado en un gimnasio pero creo que este tiene cierto toque sovietico… o igual es más bien tipo ochentero como en Rocky. Hablando de Rocky, también pensaba que me iba a encontrar con tios supermusculados de la Europa del Este como en la mítica Rocky IV. Pero me encontré con gente super maja que me ayudaron.
Para seguir con la nueva vida, hoy he empezado el segundo trimestre. He empezado las clases con mis alumnos de tercero y tendré clase todos los días a las ocho y media.
Por hoy eso es todo. Me voy al gimnasio.
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