Sakura en Shymkent

Hace cinco dias que llegue a Kirguistan y por todo lo que he visto hasta el momento me encanta.

El jueves por la manhana llegue a Bishek, despues de un viaje de 12 horas en tren. Podia haber viajado en autobus, pero pense que el tren era mas comodo y que podria aprovechar para dormir. Sin embargo, no pude dormir, ya que los policias en la frontera de salida de Kazajstan y en la entrada a Kirguistan parece que estaban aburridos y me hicieron bajarme del tren para "cosas burocraticas". En principio, solo tenian que sellar mi pasaporte, pero aprovecharon para charlar un rato: preguntarme por la liga espanhola (que no tengo ni idea), por Julio Iglesias (famoo en toda la antigua Union Sovietica) y por Adriano Celentano (que es italiano, pero parecia no importarles). En total dos horas y media de espera entre las dos fronteras.

Llegue a Bishkek y me encontre con Carlos. Estuve desayunando en su casa y despues nos fuimos a la residencia de la Escuela de Internacional de Negocios, el lugar en la que me iba a alojar. A pesar del nombre tan pomposo, la residencia era muy del estilo sovietico, pero el personal muy amable.

Por el camino una de las cosas que mas me resaltaron fue la tranquilidad y el silencio. Era casi mediodia y no habia casi trafico por el centro de la ciudad. Creo que Bishkek es la capital mas tranquila que he visitado hasta la fecha.

A continuacion, nos encontramos con el el Profesor Bravo, un cubano que da clases de espanhol en la Universidad Americana (cuasalidad o no, situada en la antigua sede del Partido Comunista de Kirguistan). Estuvimos comiendo y luego pude asistir a una de sus clases. Por la noche estuve cenando en un restaurante uzbeco y despues a la cama que el dia habia sido muy largo.

El viernes me levante temprano y estuve dando una vuelta por la ciudad, viendo la estatua de Lenin, el parque Panfilov, etc. etc. A las doce, habia quedado con Carlos en la Universidad Nacional de Kirguistan, donde es profesor, ya que se celebraba una "Olimpiada de Espanhol". Despues de todo el trabajo que habia preparado, no aparecieron todos estudiantes que se esperaban. Por la tarde, fuimos al club de espanhol, donde se reunen los estudiantes de espanhol de Bishek, para hablar. Estuve un rato hablando de mi viaje a Kirguistan y despues pusieron un video de Madrid, a vista de pajaro.

El sabado por la manhana recogi mis cosas y sali de la residencia. Quede con carlos en su casa y desayunamos. Despues ibamos a alquilar un saco de dormir, ya que yo no tengo, pero dos sitios estaban cerrados. Finalmente una amiga de Carlos me dejo su saco. Volvimos a casa, preparamos la mochila y comimos. A la una cogimos un taxi y de camino al Parque Nacional de Ala-Archa a unos 40 km. de Bishkek. Por el camino estuvimos hablando con el taxista y quedamos en que le llamariamos para el viaje de vuelta a Bishek. El taxi nos dejo en la base, a unos 2.200 metros de altura. Habiamos quedado con una estudiante de espanhol y sus amigos, pero no estaban y como nos habiamos retrasado pensamos que ya habian empezado la ascension. A las dos en punto, comenzamos. Durante cuatro horas y media, incluyendo unos pocos descansos, ascendimos hasta un refugio de montanha, situado a 3.300 metros de altura. A pesar del buen tiempo en Bishkek, en la montanha hacia frio, y el refugio estaba a 5 grados bajo cero. Eran las seis y media, nos cambiamos la ropa sudada, para no cogere frio, cenamos lo que pudimos y nos fuimos directos al saco de dormir. A eso de las nueve y media de la noche, totalmente de noche, aparecio, Nastya, la estudiante de espanhol, con sus amigos. Como buenos rusos, traian comida para un regimiento, una cocinita para preparar te, y vodka y una guitarra para amenizar la noche. Carlos y yo, nos levantamos y estuvimos con ellos hasta las once.

El domingo nos despertamos pronto, habiamos pensado subir hasta la cima del Uchitel a unos 4.500 metros de altura, pero las condiciones metereologicas eran muy desfavorables, con frio y mucho viento. Asi que nos quedamos en el refugio hasta que salio el sol, y a las diez y media nos fuimos de excursion. Andamos otra hora y media y ascendimos hasta los 3.600 metros, para tener una buena vista, pero la ascension se hizo muy dificil, ya que a esa altura te falta el oxigeno. Cuando retomamos fuerzas, bajamos hasta el refugio otra hora de descenso. Comimos, preparamos la mochila y empezamos el descenso hasta la base. El descenso fue mas dificil de lo que pensabamos y tardamos otras tres horas. Cuando llegamos a la base, llamamos al taxista y vino a recogernos.

Cualquiera que me conozca y sabiendo mis condiciones fisicas (no suelo hacer deporte), pensara que todo lo que acabo de contar lo he sonhado, pero aqui dejo unas fotos para los incredulos: